Así se llevó a cabo el foro 'La lucha contra la desinformación'
Importantes miembros de los medios y los gobiernos de Brasil, México y Colombia, se reunieron el pasado miércoles, 29 de agosto, en el foro: La lucha contra la desinformación. Entre los exponentes del evento, se encontraban Dulce Ramos, directora de programas de la IFCN y Tai Nalon, directora de Aos Fatos, Brasil. Las entrevistamos para conocer el panorama del FactChecking, su presente y futuro. Además, Colombiachek presentó ante los asistentes los principales resultados alcanzados en 2018.
Consejo de Redacción a través de Colombiacheck, el Instituto Nacional Demócrata y seamOS, desarrollaron este foro que tocó una temática cada vez más relevante: la difusión de noticias falsas y rumores está en su apogeo. Al problema se suma la facilidad con que la audiencia comparte la información, incluso sabiendo que es falsa o de dudosa procedencia.
En momentos de incertidumbre, un mal manejo de la información puede causar mucho daño a individuos, grupos o sociedades. La facilidad del acceso a la comunicación ofrecidos por los recursos tecnológicos se está volviendo en un arma de doble filo en una sociedad que profundiza su presencia digital, el uso de las redes sociales y que confía en la información que encuentra en ellas.
"Las redes sociales son poderosos mecanismos de comunicación, pero no son democráticas automáticamente. Nuestro reto es descubrir cómo hacer converger esa realidad con el funcionamiento de la democracia”.
Lorenzo Córdova
Instituto Nacional Electoral de México
Que exista la posibilidad -con ejemplos comprobados- de que grupos atacantes alteren los resultados de elecciones, difundan rumores, impulsen modas y posicionen tags, resulta preocupante y dibuja un panorama en el que el usuario está en una posición muy vulnerable ante grupos que pueden categorizarlo y dirigirle su desinformación.
Pablo Medina, editor general de Colombiacheck, presentó la metodología de chequeo de datos en el medio.
Los grupos que crean y difunden las noticias falsas lo hacen muchas veces con fines económicos, partidistas, o con la intención de influenciar la opinión pública en pro de un proyecto.
Uno de los casos recientes más nombrados ha sido el de Cambridge Analytica (ahora llamada Emerdata), y el descubrimiento que utilizó datos privados de usuarios que tomaron una encuesta a la que debían acceder con su login de Facebook, para crear a partir de ellos un algoritmo, que los segmentaba en diferentes tipos de población. El uso final del software: alterar los resultados electorales en favor de Donald Trump.
¿Cómo pudieron hacerlo? El proceso no es tan complejo. En este video producido por NBC se explica brevemente (subtitulos disponibles)
La difusión masiva de noticias falsas por parte de usuarios en las redes sociales en la consulta anticorrupción, llevada a cabo el pasado domingo 26 de agosto, fue uno de los temas tocados por la presidenta del CNE, la Magistrada Yolima Carrillo, quién aseguró:
“Hasta hoy la posición del CNE es que las redes sociales, por masivas que sean, son personales, a pesar de las repercusiones que puedan tener... la velocidad de respuesta de los entes oficiales será menor a la capacidad de los cibernautas de encontrar y compartir noticias falsas... no podemos, las autoridades electorales, controlar la desinformación en estas épocas de redes sociales, pero sí podemos promover la educación ciudadana...”
Sin duda la educación es la mejor estrategia a largo plazo para solucionar casi cualquier problema público, pero lo que hizo interesante al segundo conversatorio del foro fue que los panelistas disertaron sobre maneras más activas de atacar el problema.
En la segunda fase del foro, escuchamos de la voz de expertos como Uva Vaca, co-fundadora de El poder de elegir, Dulce Ramos de IFCN, Tai Nalon, directora de Aos Fatos en Brasil, y Fabián Hernández, de la Misión de Observación Electoral - Colombia, las experiencias que viven día a día educando, informando y verificando datos.
Las intervenciones de Ramos y Nalon, aportaron datos y permitieron generar un comparativo con la realidad en Colombia, ya que hablaron sobre la relación entre los chequeadores de datos con el medio que representan y con la audiencia a la que se dirigen:
Dulce Ramos, la directora de programas de la International Fact-Checking Network, habló sobre sobre la creciente red de proyectos de chequeo de datos que está surgiendo alrededor del mundo, y el código de ética que deben cumplir para obtener el estatus de verificado por el IFCN.
Dulce Ramos durante su intervención en el foro. Foto: Jorge Aguilera
También comentó sobre los compromisos que las organizaciones de chequeo de datos deben asumir para mantener la objetividad y transparencia:
1. Un compromiso con el no partidismo y la equidad.
2. Un compromiso con la transparencia de las fuentes.
3. Un compromiso con la transparencia de la financiación.
4. Un compromiso con la transparencia de la metodología a usar.
5. Un compromiso a realizar correcciones abiertas y honestas.
A través de una red de periodistas expertos alrededor del mundo IFCN chequea si las organizaciones de chequeo de datos cumplen los criterios específicos de acuerdo a estos compromisos:
Ramos también aclaró cómo las organizaciones de chequeo de datos, pueden obtener su estatus de verificados la IFCN.
Los datos de IFCN están abiertos al público y pueden ser consultados por aquí.
Más abajo en esta nota podrás leer la entrevista que le hicimos a Dulce.
Por su parte, Tai Nalon habló sobre los esfuerzos que Aos Fatos lleva a cabo en Brasil para luchar contra las noticias falsas.
Tai Nalon explicó cómo presentar los chequeos a noticias falsas. Foto: National Democratic Institute
Además de educar sobre la verificación de datos con proyectos de aulas en línea como: 'Hechos y datos, instrumentos para un periodismo confiable', llevado a cabo junto con el Instituto de Tecnología y Sociedad de Rio de Janeiro y la Agencia Lupa, han desarrollado la robot Fátima (Fact Machine), un bot que, a través de una conversación por chat de Facebook y con un lenguaje natural, hace preguntas al usuario y lo guía a través de una serie de chequeos a noticias virales comparándolas con fuentes oficiales y ofreciendo tips para detectar noticias falsas. Sumado a esto, Fátima puede detectar a usuarios que están compartiendo un link y responderles automáticamente si el resultado del chequeo a la información que contiene es falso.
Tai compartió estadísticas y curiosidades encontradas durante el desarrollo del proyecto y comentó sobre otras opciones tecnológicas para luchar contra la desinformación en línea.
Aprovechando la presencia en Bogotá de estas expertas en verificación de datos, les realizamos una breve entrevista para conocer su perspectiva ante este importante tema:
Dulce Ramos: Program Manager, International Fact-Checking Network
¿Han tenido la experiencia de algún medio que se haya postulado para obtener la verificación de IFCN y halla sido rechazado?
Parte de nuestro compromiso es no hablar sobre los medios que no pasan nuestro criterio de verificación, pero sí tuvimos recientemente una organización de verificación de datos que solo verificaba datos que venían de un área muy específica del gobierno de otro país. Esto apuntaba a que existía una intención política t nos pareció que estaban muy lejos de cumplir con los criterios de transparencia.
Haz comentado que la verdad requiere contexto, ¿qué tan responsable es una red social de los contenidos que se comparten en ella?
Esa es buena parte del origen del problema de la desinformación, que hemos sido sumisos como consumidores de información, un poco perezosos al recibirla y hemos mantenido la mentalidad de la década de los 50, "si sale en televisión, debe ser verdad". Necesitamos ser más conscientes de nuestra agenda informativa, para no ser parte del problema y contribuir a la agenda de la desinformación.
¿Dirías que los creadores de noticias falsas son grupos organizados, o son personas independientes sembrando rumores para influenciar la opinión pública en pro de sus opiniones?
En las experiencias que hemos visto en América Latina, hay grupos de medios, de publishers, de blogs, que se dedican a manipular la opinión pública. Hemos visto granjas de bots que sirven a las campañas políticas diseñando desinformación e incluso utilizando discurso de odio. Si, hay quién se sirve y se lucra de la desinformación.
Además de permitirle al público pedir un chequeo, ¿de qué otras formas creativas se le puede ofrecer participación a la audiencia?
El periodismo digital es participativo. Cuando fuí editora de Animal Político, se abrió una convocatoria para el primer fact checking en vivo de un discurso presidencial: era un informe de gobierno.
Le pedimos a la audiencia: si usted sabe de economía, presupuesto público, salud, políticas públicas, educación, participe en este chequeo. Recibimos 200 postulaciones de personas interesadas en participar. Los 50 seleccionados fueron invitados a pasar un día en el medio, donde participaron en mesas de trabajo lideradas por un experto y un periodista; todos chequeando datos. Verdaderamente fue una experiencia muy enriquecedora.
En el caso de Colombiacheck: al chequear en repetidas ocasiones al mismo personaje, recibimos muchos comentarios de usuarios que aseguran que tenemos un “ensañamiento político” contra él. ¿Qué podemos alegar como periodistas ante estos usuarios?
No sé (risas). Seriamente, todo parte de la transparencia, apégate a ella y estarás del lado seguro.
No quisimos desaprovechar la oportunidad y también realizamos una entrevista a Tai Nalon:
Tai Nalon: Directora y co-fundadora de Aos Fatos
¿Cómo llevaron a cabo el proceso de investigación y encuestas para recopilar la información sobre cómo manejan las noticias falsas los usuarios? ¿Cómo garantizar la uniformidad de la población encuestada?
Creamos un formulario y lo impulsamos por medio de la plataforma publicitaria de Google. Hicimos una segmentación rigurosa para asegurar que llegara a un público uniforme.
Básicamente realizamos 8 preguntas en las que el encuestado respondía cuales son sus principales fuentes de información, qué consideraban información confiable, cual es una fuente de información que consideren personalmente confiable, y qué pensaban que eran las fake news. Analizando sus respuestas construímos esta población.
¿Crees que en algún momento se llegará a una solución definitiva sobre el problema de las noticias falsas?
No existe una solución única, debemos enfrentar muchos problemas, como en educación, en transparencia sobre cómo el periodista hace periodismo. Revisar procedimientos sobre cómo seleccionar fuentes confiables, por qué esas fuentes son confiables, hay muchos frentes en esta batalla.
Siempre utilizo la analogía del email: en sus inicios era un servicio considerado confiable e inocente. Pero en un punto se empezaron a transmitir virus por correo electrónico, y tuvimos que dejar de confiar en todos los correos que recibíamos. Algo interesante, es que aún hoy recibimos correos con virus, el problema no desaparece.
Tenemos que pensar soluciones, seguir discutiendo la relevancia del fact checking y de dudar de la información que recibes y de quién la recibes. Es importante contar con diferentes fuentes de información.
¿Crees que Fátima podría ser usada para recolectar evidencia que pueda ser usada posteriormente en una corte contra personas que se lucran por generar noticias falsas?
No diré que no lo hemos pensado, pero creo que es muy pronto para implementarlo, quizás en un futuro en el que el sistema sea más riguroso al momento de seleccionar un usuario. Pero si sería posible siempre que el resultado sea justo. La cuestión es que no consideramos que la criminalización de la desinformación sea el camino. El usuario debe ser libre de expresar su opinión, solo que sería mejor si fuera una opinión consciente y educada.
¿Cómo ganarle a la viralización de noticias falsas cuando muchas veces el usuario, aún sabiendo que la noticia es probablemente falsa, la comparte, pues refuerza sus opiniones sobre un tema?
Es un reto, porque nosotros lidiamos con hechos, la gente lidia con emociones. Las personas se quieren sentir bien, algunas veces puede ser mejor sentirse bien que tener la razón. Pero sí creo que si generamos reconocimiento hacia la importancia del fact checking, y de tener fuentes confiables de información, se puede cambiar la mentalidad de las personas y hacerlas pensar antes de compartir información.
La jornada tuvo un segundo componente en la tarde, donde #Asociados CdR y periodistas de Colombiacheck, tuvieron la oportunidad de compartir experiencias desde las distintas regiones y obtener herramientas que en otros países fueron positivas y tuvieron un impacto en la audiencia.
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