Los secretos de los fósiles que nos perdemos por no apostarle a la ciencia
Hace una semana hubo una movilización de científicos en Estados Unidos en contra de la nueva política del Presidente Donald Trump; limitar el uso de la ciencia en la definición de políticas públicas ambientales a pesar de que en este país invierte un 2,8% del PIB a la ciencia y la tecnología, en Colombia solo se invierte el 0,2% del PIB. Hablamos con Natalia Arbeláez Jaramillo, periodista de La Silla Vacía sobre cómo hizo esta pieza periodística.
Los hallazgos de un grupo de 21 paleontólogos, geólogos y biólogos de tres generaciones, dirigido por Carlos Jaramillo, investigador del Smithsonian Tropical Research Institute y profesor honorario de la Universidad del Norte, entre los que hay 10 profesores más de esa universidad, muestran lo que nos perdemos por no apostarle a la ciencia en el país.
Su libro ilustrado “Hace tiempo”, ganador reciente del Premio Nacional Alejandro Ángel Escobar en Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, es el primero en contar cómo han cambiado el clima, el territorio, los ecosistemas y las formas de vida en Colombia desde hace millones de años.
A partir de su lectura y de la conversación con Jaime Escobar, Jorge Moreno y Camilo Montes, coautores del libro, así como, con Luz Helena Oviedo, una de sus coeditoras, La Silla Académica presenta algunos de los secretos que guardan los fósiles y las rocas más antiguas de Colombia, que, entre otros, tienen que ver con algo tan esencial y actual como la adaptación al cambio climático.
La semana pasada hablamos con Maryluz Vallejo sobre el periodismo científico y una de sus conclusiones es que para cerrar la brecha entre estas noticias y las audiencias, lo primero es cerrar la brecha entre los científicos y los periodistas, ¿Cómo fue tu conversación con los científicos couatores del libro?
Hablé en total con cuatro científicos y lo primero que tengo que destacar es su paciencia y disposición para explicarme temas tan complejos. Su libro ilustrado ya tiene la intención de llegar a un público más amplio y ellos están en la misma tónica, lo que lo hizo más fácil. En todo caso hubo un proceso previo de revisar el libro para estar más familiarizada con el tema, durante las entrevistas estuve muy atenta y después escribiendo la historia mastiqué varias veces la información.
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La única parte antigua de Colombia que no ha cambiado prácticamente hace 100 millones de años es la Amazonía y la Orinoquía, mientras que todas las montañas que conocemos actualmente (las tres cordilleras, la Sierra Nevada, el Perijá) estaban cubiertas por un mar poco profundo; es por eso que en montañas de más de 2 mil metros de altura, como las de Villa de Leyva, se encuentran muchos fósiles de animales marinos: conchas, peces y reptiles.
Ese mar se retiró cuando se empezaron a formar las primeras montañas -algo que sigue pasando- por el choque de placas tectónicas que levantaron los sedimentos marinos y, en su lugar, quedaron pantanos de donde hoy sale casi todo el carbón.
¿Cómo lograste sintetizar tanta información científica y entregarla en esta pieza periodística?
Fue un trabajo en equipo en el que buscamos darle protagonismo a las imágenes que es una de las novedades del libro y que tienen mucha fuerza, así que el formato de entrada implicaba no hacer muy extensos los textos, además de que el público de la Silla no está tan acostumbrado a estos temas, por lo que había que destacar lo que pudiera decirle más a la gente sobre su presente y eliminar el resto.
Colombia está ubicada en la región tropical hace cerca de 100 millones de años. Ecosistemas como el bosque húmedo tropical del Amazonas llevan mucho tiempo evolucionando. Antes, su vegetación era más homogénea y ahora hay muchos tipos de selvas, lo que ha aumentado la diversidad de plantas, de animales que se alimentan de ellas y de los animales que se los comen.
Ilustraciones de Guillermo Torres, tomadas de "Hace tiempo. Un viaje palentológico ilustrado por Colombia". Edición: Marcela Becerra.
A tu juicio, ¿Qué es lo más difícil de hacer periodismo científico?
Lo más difícil es buscar un ángulo para presentar la información que le de cierto sentido de urgencia y conexión con lo que está pasando ahora para que gente no experta se interese en leerlo.
En el Cerrejón se encontró el fósil de una Titanoboa que es la serpiente más grande de la que se tiene registro, debió medir cerca de 13 metros de largo y además es mucho más larga comparada con las que actualmente son las más grandes: las pitones reticuladas del Sudeste Asiático y las anacondas verdes de Suramérica miden 7 metros.
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Con la coyuntura actual, ¿Por qué consideras que es valioso rescatar este tipo de historias?
Este tipo de historias por un lado atraen la mirada a temas muy importantes que dejamos de lado por la inmediatez de las noticias y dan contexto histórico y, al mismo tiempo, visión hacia el futuro que nos falta a muchos colombianos a menudo a la hora de analizar la realidad.
También se han encontrado fósiles de cuatro tipos diferentes de tortugas, la más grande tenía un caparazón que medía dos metros de largo. En el desierto de la Tatacoa en el Huila recientemente se encontraron fósiles de osos perezosos tan grandes como un elefante, lo que significa que los animales que hay hoy tuvieron parientes que hacían cosas muy diferentes.
Ilustraciones de Guillermo Torres, tomadas de "Hace tiempo. Un viaje palentológico ilustrado por Colombia". Edición: Marcela Becerra.
¿Crees que con este tipo de historias los ciudadanos puedan ser más conscientes de su entorno?
Yo siempre me uso como punto de referencia, es decir, si yo aprendo algo con una historia que hago, si me cambia la visión sobre las cosas, me doy por bien servida porque asumo que puede pasarle lo mismo a quienes la lean y, generalmente, es así. La ventaja de trabajar a partir de investigaciones es que dan una profundidad que normalmente no se tiene de las cosas y eso necesariamente cambia la percepción de lo que pasa alrededor.
Las exploraciones de fósiles en el país estuvieron por mucho tiempo en cabeza de extranjeros, pero los hallazgos recientes han sido realizados por un boom de paleontólogos nacionales. Durante décadas el país tuvo entre cinco o seis y ahora tiene cerca de 26, que en todo caso son pocos comparados con los 800 que hay, por ejemplo, en Argentina.
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Al prensentarla al lector de una manera multimedia ¿Consideras que con el entendimiento de ellos se pueden generar cambios en la visión de estos temas y aún más traducirlos en cambios sociales?
Lo multimedia seguramente ayuda a que sea más entretenido aprender sobre temas que de otra manera, solo con texto, por ejemplo, pueden ser tediosos y por ende no llegar a un mayor número de personas. Algunos cambios sociales se producen a partir de modelos, en la medida que la gente vea que en Colombia se hace ciencia -aunque nos falte mucho- y que hay paleontólogos, por ejemplo, otros seguramente se van a animar a seguir por ese camino o a demandar del Estado más inversión en la materia lo cual es positivo. Seguramente hay que hacerlo de manera más constante para que se traduzca en un verdadero cambio.
Lee la investigación completa acá
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