Maryluz Vallejo, una vida de investigación, docencia y periodismo
En el marco del Congreso de Investigación de la Javeriana, Maryluz Vallejo recibió el Premio Bienal Javeriano en Investigación en el área de Ciencias Sociales, Humanas y Artes 2017. Un reconocimiento que para Vallejo significa la culminación de varios ciclos en su carrera, y el inicio de nuevos proyectos y desafíos que vienen en materia de investigación, docencia, y producción periodística.
En la edición XIV del Congreso, la profesora Maryluz Vallejo, asociada de Consejo de Redacción, fue escogida, entre 34 investigadores postulados por los decanos de las facultades de la universidad, para recibir este reconocimiento a la investigación Javeriana. Un jurado externo determinó que la coordinadora del campo de periodismo de la carrera de Comunicación Social de la Javeriana fuera reconocida por su trayectoria en investigación.
“Yo empecé a investigar a comienzos de los 90 con mi tesis doctoral en la Universidad de Navarra, luego de haber ejercido el periodismo por seis años en el periódico El Mundo de Medellín. Obtuve una beca para un Programa de Graduados Latinoamericanos (PGLA) y allí recibí otra para realizar el doctorado a cambio de trabajar como profesora ayudante. En Navarra descubrieron mi vocación de docente, que yo desconocía, y comencé a enseñar géneros periodísticos. Mi tesis fue sobre la crítica literaria como género periodístico y fue publicada en la colección de manuales de periodismo de la Facultad de Ciencias de la Información. Para escribir uno de los capítulos sobre la historia de la crítica literaria en España me metí en las hemerotecas y descubrí mi pasión por los archivos de prensa”, cuenta Vallejo sobre esos inicios en la investigación.
En 1994 llegó a la Universidad de Antioquia y empezó a trabajar con Juan José Hoyos, “maestro y amigo”. Junto a Hoyos, Vallejo armó el curso de historia del periodismo, “y ahí empecé a investigar, a meterme en la hemeroteca de la Universidad, y a recoger el material que luego utilizaría para el libro ‘A Plomo Herido. Una crónica del periodismo en Colombia 1880-1980” .(Planeta, 2006).
Desde siempre, Maryluz ha combinado su gusto por el periodismo y la literatura, pero empezó a escribir regularmente reseñas literarias cuando Héctor Abad Faciolince, entonces director de la revista Universidad de Antioquia, la invitó a colaborar, y desde entonces ha hecho crítica literaria para distintas publicaciones, “un género riquísimo, que, pese a una importante tradición en Colombia, es poco cultivado en nuestros medios”, según la periodista.
Ha sido un camino de unos 25 años en investigación sobre la historia del periodismo, de los cuales han resultado publicaciones antológicas como: La crónica en Colombia: medio siglo de oro; Crónicas bogotanas de Felipe González Toledo y Antología de notas ligeras, que hizo con Daniel Samper Pizano en un esfuerzo por “rescatar” la historia olvidada y perdida del periodismo colombiano.
Por otro lado, también se ha dedicado al análisis de medios desde el Observatorio de la Facultad de Comunicación, junto con otros compañeros, como Mario Morales, y parte de su producción se deriva de ese trabajo de análisis de coberturas informativas sobre temas coyunturales del país. La última investigación la hizo con la profesora Catalina Montoya, de la Liverpool Hope University, y salió publicada en la Editorial Javeriana con el título Los cercos del debate sobre la restitución de tierras. Encuadres retóricos de la Ley 1448 de 2011 en la prensa colombiana nacional y regional (2017).
En el ámbito de la extensión, Vallejo ganó una convocatoria de proyectos de gestión social de la rectoría de la Universidad en 2006 para dictar talleres de crónica a jóvenes de la ciudad. Realizó ese proyecto en alianza con la biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República y con el Archivo de Bogotá, entonces dirigido por el historiador Germán Mejía Pavoni. “Me gustó la posibilidad de salir del nicho académico y de trabajar en alianza con otras entidades para fomentar la lectura y la escritura entre los jóvenes de la ciudad con menos oportunidades”.
El proyecto se llamó ‘Talleres de crónicas barriales’, y tenía como objetivo que jóvenes menores de 25 años contaran historias de su barrio. El libro salió publicado por el Archivo de Bogotá y después de esa experiencia el Banco de la República quiso realizar una segunda versión del proyecto con crónicas del agua, abierto a todo tipo de públicos, con el fin de promover su política de preservación del agua. “Fue muy satisfactorio ese trabajo que permitió demostrar cómo persona puede escribir una crónica si tiene una buena historia, ese es el principio”, explica Vallejo. Esta antología de Memorias del Agua en Bogotá también salió publicada y, por último, replicaron el proyecto en las 21 sedes culturales del Banco de la República del país. El resultado fue El país en una gota de agua, más de 70 crónicas recogidas en un e-book nativo publicado por la Editorial Javeriana y el Banco de la República, en el que “los autores contaron las historias más impensables y maravillosas sobre su relación con el agua, historias dramáticas, épicas y cotidianas”, recuerda Vallejo sobre esta experiencia a la que espera darle continuidad.
Frente a estos proyectos de impacto social, Maryluz se siente muy orgullosa, no sólo por los productos periodísticos, y la narración de historias, sino por la difusión del conocimiento: “Hoy veo muchos de los estudiantes que tomaron esos talleres ejerciendo el periodismo. Es muy gratificante porque muchos no conocían el género de la crónica y tuvieron la oportunidad de leer a los cronistas de su región y de escribir no ficción con sus propias historias”.
Y junto a su gran pasión por la por la crítica literaria, la historia del periodismo y los proyectos de impacto social, también está su dedicación a la docencia y a los medios universitarios. “Así como no concibo la investigación sin divulgación, tampoco la formación en periodismo sin la posibilidad de publicar los trabajos, de exponer a los estudiantes al escrutinio público, de lo contrario no tiene sentido enseñar periodismo”.
Confundadora de De La Urbe, laboratorio de periodismo de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia, y de Directo Bogotá, revista y plataforma digital de la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Universidad Javeriana, Maryluz Vallejo hoy agradece tener la posibilidad de hacer parte de proyectos universitarios en los que se va al ritmo de los cambios del periodismo en el mundo, innovando, creando, enseñando y aprendiendo de estudiantes, de profesores, y de todos los “coequiperos”, como ella los llama, en el proceso de producción de las historias.
“Soy una enamorada del periodismo escrito, pero mi sueño es que la revista, siendo impresa, absorba esas otras plataformas multimedia y tenga varias capas, que a medida que se lea vayan apareciendo las infografías, fotos, ilustraciones. Hoy la revista Directo Bogotá está articulada con la plataforma web, a la que Vallejo llama “una hijita”, y la que está permitiendo convergencia en materia de narrativas periodísticas.
“Somos un equipo, ahora los profesores tenemos que trabajar con espíritu colaborativo para funcionar bajo este nuevo modelo de sala de redacción convergente. Ahora le encuentro más sentido a lo que estamos enseñando”, afirma Maryluz.
Este año, además, la revista Directo Bogotá cumple 15 años de fundación. Así, el premio también llega como un logro para el medio, que con su nueva plataforma digital integrada ha llevado a Vallejo a reinventarse, tanto como periodista, como docente: “Me ha tocado cambiar el chip, pensar de otra manera, ir al ritmo de las nuevas tecnologías, de los nuevos lenguajes. Esto le exige estar a uno todo el tiempo reformateándose, volviendo a empezar de cero. Yo ya no quiero solo tesis que sean monografías de 150 páginas escritas, sí que tengan un marco teórico potente, pero que visualicen los resultados, que usen formatos periodísticos para poner a circular el conocimiento por los medios digitales y las redes sociales. Si la investigación se queda en un documento, puede ser impecable, maravilloso, con hallazgos contundentes, pero no tiene impacto si no circula”.
Hoy Vallejo está concluyendo un proyecto en la modalidad de investigación-creación en el que lideró un equipo de profesores y estudiantes sobre los cien años de la revista Cromos, del que realizaron varios productos, como una revista de aniversario, una exposición de las 100 mejores portadas y un documental; y aunque su “golosina y punto de partida es la historia del periodismo en Colombia”, ahora comienza un nuevo capítulo en investigación con la creación de la maestría en periodismo científico de la Universidad Javeriana.
“Lo que viene con la Maestría en periodismo científico de la Javeriana es un desafío para enseñar a escribir historias sobre salud, medio ambiente y ciencia no solo a periodistas sino a profesionales de las ciencias exactas, naturales y de la salud en un intercambio muy enriquecedor que podrá llenar vacíos del periodismo nacional”.
Ha sido una carrera de editora, investigadora, periodista y docente; de estar haciendo un “trabajo invisible” como lo llama ella, con grandes frutos, sus alumnos están hoy repartidos por los grandes medios nacionales e internacionales, sus publicaciones son documentos históricos, material de estudio, y bibliografía esencial para trabajos relacionados con historia del periodismo, y sus proyectos están más vivos que nunca.
Entrega del Premio // Fotografía de Felipe Abondano Bernal
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